sábado, febrero 17

Cartas a mi desamor.

Bueno, ya no. La verdad es que no es tan fácil hacerme enojar. Creo que mi paciencia sí se estrecha bastante por considerada o en tu caso por que te quiero pero ya no quiero quererte. Estos últimos días has sido indiferente y ahora me pones escusas para no verme. Esperaba de ti que pudieras continuar como habías sido conmigo pero ya vez que las cosas cambian después de involucrarnos físicamente. Me siento hasta ridícula por estarte escribiendo esto. Yo iba a proponerte vernos antes de que tuvieras que meterte pero, prioridades. Me tienes esperándote y dispuesta. Tan ingenua. Me empezabas a gustar, a sabiendas que no se puede más pero creí que podía funcionar si lo hablábamos. Creí que estábamos de acuerdo pero siento que ahora juegas conmigo y mi tiempo. No me llamas, no me buscas, no te importa que por tu culpa este triste. Pero, ¿por qué habría de importante?. Creí que habías entendido lo que yo ponía en juego al momento de aceptar hacer esto contigo y que lo valorabas. Tenía la ilusión de poder hacer el amor contigo y que el tiempo que estuviéramos juntos fuera placentero para los dos. Me ofendes y no buscas sanarme. Quería verte a los ojos, quería ver que he sido una tonta por haberte creído. Me va a costar deshacerme de tu pensamiento pero me voy aguantar. Me dueles. Me duele cuando me dices que si deseo terminar con esto está bien por ti, lo tiene que estar para mí. Y antes de que me hagas llorar, por que todo parece indicar que lo harás, te dejo en paz. Espero ni siquiera tener que verte ya por que aún tenía besos para ti y aunque me sienta desdichada, amor.