viernes, agosto 13

Intenciones en cama.

Esta noche me he de declarar una persona adicta al sexo.
Podrá sonar de manera abrupta, pero no pienso dar explicaciones,
simplemente dejaré fluir lo que me llevó a tal dictamen:
Hemos de pasar mucho tiempo separadas,
casi casi una relación basada en palabras... y dicen que las palabras se las lleva el viento...
Pero no intento decir que nuestra relación es volátil amor,
me expresaré de manera más adecuada:
Todo ese tiempo que estoy sin tí, desearía poder estarlo, mas sin embargo se que es una condición difícil de cometer, aún así me aferro a tu recuerdo, que me da mas hambre de ti, asi que intento vagar por otros pasajes, ¡Vaya! No quiero atormentarme mientras se que te tengo.
Y camino y divago por esa senda que tan solo me mueve de un día a otro.
Pero tu no eres parte de eso, tu caminas comigo, yo te llevo conmigo, no te dejo al paso que doy, ni volteo hacia atrás para tener otra perspectiva para ver como se ve lo que antes aprecie de frente.
Constante en mi andar, a quien abrazo tan celosamente cuando se encuentra entre mis brazos,
a quien muero por comerme a besos, arrancar el olor de su tersa piel, y saciarme con su perfume, lo suave de sus cabellos cuando rozan mi cara y poder tomarla fuerte de su cintura y poder apretarla contra mi cuerpo al momento de sentir su respiración en mi cuello, aún cuando siento que toda mi superficie esta siendo tocada por ella, es como si quisiera poder convertirme en ella, poder llegar más alla de un abrazo físico, sentir más en un beso, poder entrar más ella mientras reposa en mi cama, poder arrebatar su aliento cuando expira fuertemente y así constantemente irla convirtiendo mia.
Lamento si evito una conversación y tan solo me interesa concentrarme en tu estado físico, es solo que he tenido tiempo de admirar la grandeza de tu pensar, el sentido de tu caminar, lo maravilloso de tu personalidad y lo hipnotizante de tus palabras; ahora tan solo quiero aprovechar el tiempo en tu regazo, amarte de la manera en que tanto anhelo, donde no falte ningún aspecto, y no exista el hambre sobre mi deseo.
Perdona si me pierdo, ¡Pero nunca pierdas la certeza de que siempre serás tú! Tus ojos preciosos a los que me encanta contemplar y la mirada en la que me gusta soñar, cuando nos encontramos en ese rato que nadie nos puede robar, en donde tu y yo nos podemos amar.