sábado, diciembre 29

La poesía es para los incompletos;
para los que buscan llenar un hueco con sentimientos ajenos.

La poesía viene a mí en esos momentos,
cuando de repente me llena la bruma y y no encuentro fortuna.

Me atrevo a burlarme de los grandes poetas,
que siempre juegan con la inconsciencia y buscan la manera de perpetuar la melancolía.

La poesía me lleva a escribir con alevosía,
porque brotan palabras bonitas y la melodía satisface la alegoría.

Algunas veces me había sentido perdida,
y las palabras que surgían de aquellas fases de cursilería me hacían sentir etérea.

No culpo a la poesía, es un arte finísimo que alaba la lengua.
La lengua, la expresión y la melodía de las palabras son, para mí, lo más precioso de la evolución.
Culpo a nosotros los poetas por desprestigiar la lengua y buscar siempre en la oscuridad por las palabras correctas. La expresión melódica debe ser ante todo y todos, con todo y sobre todo; no solo arrastrar a los huecos del alma si no saber surgir y bailar en las superficies de la belleza literata.