domingo, abril 24

Diciendo que sí.

Entonces me encontré admirandote desde lejos,
tus movimientos trascendetales que quedan marcados en mi contoneo.
La noche es joven y siento que ya no puedo esperar más.
Lo húmedo del ambiente entre tanto gris y siento brillar entre tus ojos,
sin encontrar algún sentido me gusta pensar que podemos rodar hasta que el último grano de arena desee bajar.
Y yo quiero bajar y nadar con en ese ronronear,
bajar y bajar hondo donde casi nadie se atreve a tocar.